Venta por internet de productos sanitarios
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Este fen贸meno, no se limita a la creaci贸n de p谩ginas web por parte de aquellas compa帽铆as que comercializan productos sanitarios, sino que se extiende, adem谩s, a plataformas de internet gestionadas por agentes distintos a los titulares de los productos sanitarios que comercializan estos productos a trav茅s de sus plataformas junto a productos de consumo ordinarios. De esta forma, la plataforma Amazon pone a disposici贸n de los usuarios una amplia tipolog铆a de productos sanitarios, desde tiritas, pasando por dientes temporales, agujas m茅dicas, aud铆fonos e incluso productos sanitarios como medidores de glucosa y sus tiras reactivas. Es decir, categor铆as de producto sanitarios muy variadas que, en algunos casos, plantean algunas dudas sobre su admisibilidad desde un punto de vista legal.
No hay que olvidar que los productos sanitarios no son bienes de consumo, el Real Decreto 1591/2009 de productos sanitarios, los define como cualquier instrumento, dispositivo, equipo, programa inform谩tico, material u otro art铆culo, destinado por su fabricante a ser utilizado en seres humanos con fines de: 1.º diagn贸stico, prevenci贸n, control, tratamiento o alivio de una enfermedad; 2.º diagn贸stico, control, tratamiento, alivio o compensaci贸n de una lesi贸n o de una deficiencia, 3.º investigaci贸n, sustituci贸n o modificaci贸n de la anatom铆a o de un proceso fisiol贸gico, 4.º regulaci贸n de la concepci贸n.
Ello supone que los productos sanitarios no pueden ser equiparados a bienes de consumo en lo que se refiere a su venta y comercializaci贸n, y se exige para ellos una serie de precauciones en su comercializaci贸n, venta y conservaci贸n para que cumplan con la finalidad sanitaria que tienen encomendada.
Asimismo, la venta por internet de los productos sanitarios se encuentra con claras limitaciones regulatorias. De esta forma, el art铆culo 3.5. del Real Decreto Legislativo 1/2015, establece la prohibici贸n de venta por internet o cualquier otro medio telem谩tico de los productos sanitarios de prescripci贸n. Por otra parte, tambi茅n el Real Decreto 1662/2000 de productos sanitarios de diagn贸stico in vitro, establece limitaciones en cuanto a la distribuci贸n y la publicidad de los productos de diagn贸stico in vitro fijando una clara prohibici贸n de publicidad y distribuci贸n de cualquier producto de diagn贸stico gen茅tico y de todos los productos de diagn贸stico in vitro considerados de autodiagn贸stico, con la excepci贸n legal de los productos para el diagn贸stico del embarazo y como reciente novedad, para la detecci贸n del VIH. De esta forma, todos aquellos productos sanitarios considerados de autodiagn贸stico, no podr谩n estar accesibles a trav茅s de internet y su venta deber谩 necesariamente realizarse a trav茅s de las oficinas de farmacia con la necesaria intervenci贸n y asesoramiento de un farmac茅utico.
La comercializaci贸n por internet de productos sanitarios en claro incumplimiento de las limitaciones regulatorias, constituye una infracci贸n administrativa que se tipifica por parte del Real Decreto 1/2015 como una infracci贸n grave y se sanciona con multas de 30.001 hasta 90.000€.
Adem谩s de estas restricciones legales, incluso la venta por internet de productos sanitarios que s铆 podr铆an venderse a trav茅s de medios telem谩ticos por medio de agentes, intermediarios o plataformas como Amazon, puede plantear dudas y supone un mayor riesgo de adquisici贸n de productos falsificados, productos que no cumplan con las condiciones exigidas, productos alterados o en malas condiciones o incluso que hayan sobrepasado el plazo de validez. En definitiva, el acceso a trav茅s de internet de productos sanitarios abre la puerta a productos que pueden generar un da帽o al paciente que los adquiere. Estas irregularidades constituyen tambi茅n una infracci贸n grave de conformidad con el Real Decreto Legislativo 1/2015 e incluso en algunos casos, podr铆an ser constitutivas de delito.
Concretamente, la venta irregular de productos sanitarios por internet puede lesionar diversos bienes jur铆dicos protegidos por nuestro ordenamiento jur铆dico penal, tales como la salud p煤blica (art. 361 a 362 sexies del C贸digo Penal), los derechos de propiedad industrial de los fabricantes (art铆culo 273 a 276 del C贸digo Penal) y el patrimonio de los consumidores finales del producto (art铆culo 248 y 282 del C贸digo Penal).
En efecto, para que la venta por internet de productos sanitarios pueda ser constitutiva de un delito contra la salud p煤blica, en la comercializaci贸n de dichos productos deber谩 concurrir siempre un peligro para la vida y salud de las personas. Se trata de una exigencia t铆pica que se帽ala la diferencia entre la conducta delictiva y la infracci贸n administrativa por muy grave que sea.
En los casos en que puede concurrir el peligro para la vida y salud de las personas, el legislador ha descrito las conductas prohibidas con el 谩nimo de abarcar todas las conductas necesarias para la fabricaci贸n y distribuci贸n de un producto sanitario en Espa帽a, incluido el dep贸sito o almacenamiento para cualquiera de dichos fines. De este modo, nuestro C贸digo Penal tipifica la producci贸n, comercializaci贸n y expendici贸n de productos sanitarios ilegales, cuando se carezca de la requerida autorizaci贸n; cuando no se disponga de la documentaci贸n necesaria o consista en productos en mal estado (productos caducados) o porque hubiesen sido alterados.
L贸gicamente, el C贸digo Penal tambi茅n persigue la falsificaci贸n de los medicamentos y productos sanitarios, que abarca desde la falsedad en la documentaci贸n necesaria para su comercializaci贸n hasta la falsedad del propio producto, en su etiquetaje, s铆mbolo distintivo o composici贸n, con lo que se pretende proteger no s贸lo la salud p煤blica de los consumidores sino tambi茅n su confianza en la marca y composici贸n del propio producto sanitario que est谩n adquiriendo.
Y, asimismo el C贸digo penal tambi茅n castiga el que, a sabiendas de la falsificaci贸n, realice cualquier conducta tendente a la comercializaci贸n del producto falsificado, lo que comprende la importaci贸n, exportaci贸n, anuncio, publicidad, exhibici贸n, venta, facilitaci贸n, expedici贸n, despacho, envase y suministro, incluyendo la intermediaci贸n.
En consecuencia, la responsabilidad penal por la comisi贸n de un delito contra la salud p煤blica por falsedad del producto, no se limitar铆a al fabricante del producto sanitario vendido por internet, sino que se extender铆a a todos los participantes en la cadena de comercializaci贸n y distribuci贸n del mentado producto, en el que l贸gicamente tambi茅n podr铆a resultar responsable penal el titular de la p谩gina web que ofreciese y publicitase dicho producto para su venta al consumidor final si hubiese tenido conocimiento o sospecha de que dichos productos estaban falsificados. Ello, sin duda, obliga a los titulares de p谩ginas web dedicadas a ser portales de anuncio y venta de distintos productos, a establecer las medidas de control necesarias para evitar que puedan servir como plataformas para la venta de productos sanitarios falsificados.
Cuando la venta il铆cita por internet de productos sanitarios no pone en riesgo la vida y salud de las personas, ello no impide que dicha conducta pueda ser perseguible por ser constitutiva de otros il铆citos penales distintos del delito contra la salud p煤blica.
As铆, en el caso de falsedad de productos sanitarios que no presenten un riesgo para la salud p煤blica, podr谩 denunciarse la presunta comisi贸n de un delito contra la propiedad industrial (infracci贸n de patentes y derechos de marca), o cuando el producto sanitario que se ofrezca a la venta por internet –por su composici贸n- no sea eficaz para el tratamiento terap茅utico indicado, podr谩 perseguirse dicha conducta por la v铆a del delito de estafa (art. 248 del C贸digo Penal) o de publicidad enga帽osa (art. 282 del C贸digo Penal), toda vez que concurrir铆a un enga帽o esencial al consumidor sobre las propiedades del producto comercializado. 脡se ser铆a el caso de los productos sanitarios que, sin poner en riesgo la vida o salud de las personas, se anuncian o promocionan como susceptibles de ser eficaces para el tratamiento de alguna dolencia del paciente, pero en realidad, no son capaces de aportar ninguna ventaja terap茅utica.
Ahora bien, no debemos olvidar los problemas inherentes a la persecuci贸n de delitos cometidos a trav茅s de Internet, en los que habitualmente el dominio de la p谩gina web est谩 alojado en el extranjero. En esos casos, la interposici贸n de una denuncia por cualquiera de las conductas referidas anteriormente, tendr谩 el efecto de una “gota en el mar” si no se ataca conjuntamente a la p谩gina web, provocando su bloqueo y cierre judicial como medida cautelar desde el inicio del proceso judicial y se lleva a cabo un seguimiento sobre las posibles nuevas p谩ginas web que pudiesen surgir como sustitutivas de la anterior.
En este sentido, resulta valioso lo dispuesto en el art铆culo 8 de la Ley de Servicios de la Informaci贸n y del Comercio Electr贸nico, que establece que podr谩n adoptarse las medidas necesarias para interrumpir el servicio cuando sea necesario para salvaguardar el buen fin de una investigaci贸n penal o exista un riesgo para la salud p煤blica o para los consumidores, proporcionando una herramienta 煤til para interrumpir el funcionamiento de la p谩gina web anunciante.
En definitiva, el ordenamiento penal se erige como el cauce para perseguir las conductas m谩s graves que, ya sea por poner en peligro la salud p煤blica o, ya sea por lesionar derechos de propiedad industrial de terceros o el patrimonio de los consumidores, son merecedoras de ser perseguidas desde el 谩mbito penal, dejando el resto de conductas infractoras para el derecho administrativo sancionador.
Habr谩 que estudiar cada caso separadamente, pero sin duda, la v铆a penal, pr谩cticamente inexplorada hasta la fecha, puede erigirse como una v铆a adicional para perseguir y castigar las conductas m谩s graves relativas a la venta irregular de productos sanitarios por internet, sin esperar a que sea la administraci贸n sanitaria quien act煤e de oficio con los escasos medios de que dispone en la actualidad.